La psicología familiar es una de las terapias que puede realizar este profesional; sin embargo, es una corriente bastante desconocida, a pesar de que puede ayudar a resolver muchos de los conflictos que tienen lugar en casa.
¿Qué es la psicología familiar?
La psicología de la familia se enfoca en analizar el origen de los diferentes conflictos que se dan en el seno familiar, y aportar a cada miembro las herramientas necesarias para resolverlos. Es una rama que estudia a la familia como un sistema y analiza los patrones de comunicación, los comportamientos y las reacciones emocionales de todos los miembros. La familia es la base que sustenta el aprendizaje de cualquier ser humano, es decir, es uno de los entornos que más fuertemente condicionan el carácter de una persona, e incluso su salud mental a medio y largo plazo. Por eso acudir a terapia familiar puede suponer grandes beneficios. Estos son algunos de los más destacables.
- Mejora la comunicación. La comunicación (inexistente, ineficaz o dañina) suele ser la fuente de numerosos conflictos. Un experto en psicología familiar puede ser de gran ayuda en este aspecto.
- Brinda apoyo. La terapia puede servir de apoyo emocional a los miembros de la familia en situaciones dramáticas como la enfermedad de uno de los miembros, depresión, adicción, divorcio, etc.
- Ayuda en caso de problemas de conducta. A veces, la conducta de uno de los miembros de la familia afecta negativamente a todo el grupo, que se puede desestabilizar por completo. En terapia se puede indagar el origen de estos comportamientos y aprender a tratarlos.
¿Cómo trabaja un psicólogo familiar?
En una terapia de psicología familiar no siempre es necesario que acudan todos los miembros. Es el terapeuta, después de las primeras sesiones, quien debe valorar qué integrantes necesitan participar, dependiendo de cada caso. A veces se puede requerir alguna sesión individual, para poder comprender mejor el perfil de alguno de los implicados. Este tipo de psicología de mediación familiar actúa como un árbitro, guiando a los familiares durante la resolución de sus conflictos.
¿Cuáles son las terapias familiares?
La psicología para problemas familiares puede recurrir a diferentes tipos de terapia, dependiendo del área en la que se haya especializado el terapeuta o de sus preferencias. Estas son las que se utilizan más habitualmente:
Terapia familiar sistémica
Se trabajan las dinámicas familiares, es decir, los patrones de interacción que se dan entre los miembros y el rol que asume cada uno dentro del grupo. La terapia sistémica se centra en el grupo para mejorar las relaciones de sus integrantes y favorecer las fortalezas de su unión, con la aportación de cada individuo. También se trabajan los límites, las formas de comunicación y las relaciones de poder, así como el efecto que tiene el grupo en el desarrollo de cada miembro.
Terapia familiar cognitivo-conductual
Esta terapia aplicada a la psicología familiar, se centra en buscar soluciones concretas a los problemas específicos que plantea la familia o alguno de sus miembros.
Terapia psicodinámica
Este tipo de terapia se centra en los individuos, ya que sostiene la idea de que muchos conflictos familiares provienen de conductas desadaptativas de alguno de los integrantes, en muchos casos relacionados con conflictos experimentados en la niñez. Es una corriente vinculada al psicoanálisis que busca emociones reprimidas para darles una resolución adecuada.
La psicología familiar es muy recomendable para mejorar cualquier situación en casa, para aprender a comunicarse mejor y para una convivencia más armoniosa y feliz.
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